¡Para hacer plática!

¿Tienen algo qué decir?

jueves, julio 08, 2004

undostrès: empezamos

El sábado pasado, en una reunión informal y rocanrolera con mis cuates Sid y el Deftone dimos forma, cuerpo y fondo a diversos tópicos en una conversación que fue, si bien bastante desmadrosa, aun pudimos concluir el punketo manifiesto 2, además de encauzar ciertas ficciones que en otro correo se darán a conocer, así como este comentario respecto a un tema que Amy tocó en uno de sus correos. Va pues.

EL AMOR EN LAS PERSONAS LIBRES Y EL MIEDO A NO VOLVER HABLAR POR CELULAR.

Para Nadia

Una sociedad capitalista repite ofertas y genera dentro de sí misma ciclos de producción y oportunidades que generalizan potencialidades y uniforman-condicionan identidades. Este proceso de heterogeneidad empresarial opera y establece su realidad a través de una imagen mediática que prefabrica al recurso humano que será el vivo ejemplo de superación, el opus dei particular, individualista, chovinista : el elegido postmodernista políticamente correcto, según el evangelio del mainstream.

Pero de dónde capitalista, de dónde la prehistoria de jerarquias sociales, de dónde el éxito, de dónde sus certezas si la misma inestabilidad económica los vuelve fugaces ante su misma apuesta. En síntesis, es esta misma inestabilidad de jerarquias que los vuelve voraces, inhumanos, victimarios que en el proceso de creación legislan y politizan medios que no dejan mucho lugar a la esperanza, y todo esto por remediar su estúpidez, su eterna estúpidez y el miedo a no volver a hablar por celular.

Ahora, en estas circunstancias ¿ el amor ? Ese sentimiento que a cualquier edad es un recorrido interminable, que cultiva dignidades, desencuentros, incluso guerras; el amor que es revelación, actitud, aprendizaje, destino, tragedia, silencio, cama, motel,corazonada, dolor, dolor de ser y no abarcar el mundo en un beso. Lo mismo es un orgasmo en un crucero por el Caribe que bajo un techo de tejas y paredes de ádobe. El amor está libre de impuestos, exenta de televisión y credenciales de elector. El amor es un corte transversal que nos desangra por voluntad propia, porque por voluntad propia resolvemos, tropezamos, perdónamos, enmendamos; por voluntad propia nos mantenemos o bien nos alejamos; por voluntad propia y no por las exigencias totalitarias de esa actualidad que denominan neoliberal.

Y como diría Javier Molina, " libertad, de eso se trata ". Yo por eso siempre reconozco el rostro de la mujer que amo en esa multitud de autómatas y máscaras.

ñaca-ñaca

luis daniel pulido